El
miedo es, un hecho, necesario en el proceso de aprendizaje, y como tal, es
una experiencia que estamos predestinados a vivir. L@s niñ@s, a lo largo
de su desarrollo, padecen y experimentan numerosos miedos. La mayoría los van
superando con la edad: el miedo a la separación de sus papás, a personas
extrañas, a la oscuridad, a la escuela, etc.
En
el aula de infantil, tengo una mascota, la hormiga Rodriga, que utilizo para
trabajar diferentes elementos, emociones y conceptos de la clase, como la
narración de los cuentos, pasar lista de los niños que faltan a diario, las
normas de la clase, etc.
En
esta actividad concretamente, el centro de interés, surge cuándo uno de mis
alumnos nos cuenta en la asamblea que ayer había llorado mucho porque se fue la
luz en su casa y le daba miedo estar a oscuras. Así que, aproveché el momento
para recurrir a nuestra mascota y trabajar la emoción del miedo. De lo que ha
surgido todo un proyecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario